Sant Vicent de la Roqueta

Nombre del proyecto
CONSOLIDACIÓN DEL ANTIGUO CONVENTO DE SANT VICENT DE LA ROQUETA DE VALÈNCIA

Situación
c/ San Vicente

Arquitecto/s

Peñín Arquitectos, Pablo Peñín , en UTE con otros técnicos del equipo



Colaboradores

Comité asesor: Alberto Peñín, Francisco Taberner, J. Manuel Despiau, arquitectos

Dirección ejecución y SS: Andrés Martínez y Santiago Tormo, aparejadores

Seguridad y Salud:  Enrique Andrés y Andrés Martínez, aparejadores

Ingeniero Estructura: Alejandro Marqués, ingeniero de caminos

Arqueólogos:   Enrique Ruiz y Concha Camps, arqueólogos

Proyecto original:  CASAR Y MONTESINOS S.L.P. (2013)

Equipo Supervisor y Coordinador municipal:

Servicio de Proyectos Urbanos del  Ayuntamiento

Pedro Soler, arquitecto Jefe del Servicio, Beatriz Romero, arquitecta y Francisco Rico, arquitecto técnico                                         

Albert Ribera, arqueólogo Jefe del SIAM, codirector de Arqueología y Pepa Pascual, arqueóloga

 

 

Supervisor Conselleria : Rafael Lorente

 



Colaboradores arquitectura

Comité asesor: Alberto Peñín, Francisco Taberner, J. Manuel Despiau, arquitectos



Promotor
Ajuntament de València

Empresa Constructora
UTE Dragados y Construcciones-Geocisa,: Eduardo Molina, gerente y Adolfo Arizpeleta, jefe de obra

Fecha proyecto
2015

Fecha fin de obra
2017

Presupuesto total
2.608.635 €, IVA incluido, Plan Confianza dela Generalitat

Superficie construida
1.833 m2.

Fotografía
Diego Opazo, Peñín Arquitectos

Descripción

Se trata de una intervención para la consolidación estructural del antiguo Monasterio de Sant Vicent de la Roqueta en ruinas y en buena parte, apeado. Fue adquirido en 1973 por el Ayuntamiento y había tenido previamente dos campañas arqueológicas y un apeo generalizado, con un pilotaje urgente de su torre conventual.  

El citado Monasterio es un emplazamiento cristiano previo a la conquista de Jaume I que se conservaba muy reformado y descontextualizado por la segregación a otras propiedades de su iglesia y su huerta (dedicada a Colegio) y por la desaparición de su antigua Hospedería y Ermita. En su larga historia se habían sucedido diversas reformas. La adaptación a Convento de Monjas de S. José y Sta. Tecla en el XIX (arquitecto Antonio Martorell) y el derribo del ábside de la Iglesia (por ampliación de la calle S. Vicente) que se llevó por delante el campanario y provocó la caída de su zona -la más antigua-, eran las más relevantes e hizo nuestro trabajo especialmente delicado.

El edificio es una construcción de cuatro pandas o galerías y dos o tres plantas de altura, alrededor de un patio interior en forma de claustro, con fachada a la calle de S. Vicente y una conexión, a través de la citada portada tardorrománica –tapiada-, con la citada iglesia, hoy parroquia de Cristo Rey.

Por todo ello, la intervención realizada atendió tanto a las cuestiones relativas a la limpieza y rigurosa lectura histórica del edificio, como al cálculo, refuerzo y diseño de las cimentaciones y  muros, sus forjados y cubiertas, con la intención de ajustar sus esfuerzos portantes a un edificio de futuro uso público. En las obras se han utilizado técnicas muy especializadas y profesionales expertos en las mismas, manteniendo –como dijimos- un extremo cuidado en mantener las huellas de su pasado y permitir la posterior excavación arqueológica, una vez consolidada la edificación. Esta excavación arqueológica completa se está realizando en 2020.

Como decimos, además de la estricta consolidación, se ha tenido especial cuidado en analizar las huellas y restos materiales descubiertos, por lo que se consideró imprescindible disponer de criterios de intervención rigurosos que permitieran solventar las superposiciones, contradicciones y actuaciones superfluas, habidas en su complicado proceso de construcción y reformas. Nuestra intervención, PEÑÍN ARQUITECTOS, contó en su equipo con arquéologos a pie de obra, con un Comité Científico asesor, creado al efecto, formado por arquitectos especialistas en la materia y con la supervisión del SIAM municipal.

 Con dichos criterios, dimos carácter prioritario en la fachada Este, a la recuperación de la  obra del XVII-XVIII (de su época de mayor esplendor); en el muro  Norte de la Iglesia, de su magnífica portada tardorománica y su fachada de sillería; en las pandas Oeste y Norte, del trazado monástico del XVII, con un apreciable orden compositivo; y en el Claustro, de la traza  realizada por Antonio Martorell en su proyecto de 1880.

 

 Hemos promocionado y desarrollado en estas obras un Programa especial de Puertas Abiertas,  que, aparte de las diferentes visitas de los miembros de la Corporación y su alcalde, con una gran asistencia de público, docentes y profesionales. Programa complementado con dos publicaciones especialmente dedicada a las mismas.




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